Otro patrullero decepcionado de la Policía: lo sacaron por "apelar" decisión de disminución de su capacidad laboral
Estaba recientemente laborando en el CAD de la Policía de Atlántico.
John Harold Puello Polo llevaba 14 años y 8 meses laborando como patrullero en la Policía Nacional. Entró a la Institución Armada el 9 de octubre del 2005, laboró en el Magdalena Medio, estuvo en Tumaco (Nariño) y en La Guajira. En el 2015 llegó al departamento del Atlántico laborando como cuadrante. En el 2017 realizaba acompañamiento dentro del municipio al alcalde de Luruaco.
El uniformado sufrió un lesión de su rodilla izquierda y como debía asistir día por medio a terapias en Barranquilla solicitó al Comando de la Policía de Atlántico ser reubicado más cerca de la ciudad para tener mayor disponibilidad a las citas.
“Venía presentando una molestia en la rodilla izquierda y por lo cual me hicieron una cirugía, no quedé al 100 % de esa cirugía y seguí asistiendo al médico por ortopedia. Me reubicaron en el CAD de Policía de Atlántico, en Los Almendros, en Soledad”, narró John Harold.
El uniformado se motivó a presentarse para el ascenso y decidió participar en el concurso por lo que debía primero ser valorado por Medicina Laboral, donde empezó su calvario.
“Como ya venía la temporada de los concursos y tenía años que no concursaba, me acerqué a Medicina Laboral de la Policía para solucionar la situación de la rodilla y me hicieron una Junta Médico Laboral ‘relámpago’. Me declararon que estaba apto para seguir trabajando y que el puntaje de disminución laboral era de 0,0. Sin embargo, yo dije que no podía ser 0,0 porque no estaba al 100 % con la rodilla. Lo que me dijeron entonces era que apelara para ver si me echaban”, relató.
El patrullero decidió apelar y fue cuando decidieron disminuirle su capacidad laboral, pero con el detalle de que no era apto para continuar por un supuesto problema psiquiátrico.
“Conseguí un abogado, se presentó la apelación y en ese momento me dan el puntaje de disminución laboral del 39 % y pico, y me indica que no estaba apto para laborar en la Policía por una patología psiquiátrica. Yo le dije que por qué no estaba apto si el concepto psiquiátrico dice que el paciente tratado tiene buena respuesta a los medicamentos y jamás estuve internado, excusado ni parcial ni total por psiquiatría. Entonces en busca de un ascenso lo que salí fue perjudicado”, detalló.
El patrullero salió de la Institución ni con media pensión y a falta de 10 cuotas para terminar de pagar la vivienda militar. Desde que salió, en abril del 2019, no ha recibido más sueldo y solo recibirá una pequeña indemnización que no sabe cuándo llegará.
El patrullero interpuso una demanda en un juzgado de Barranquilla para el restablecimiento de sus derechos para ser reintegrado. Sin embargo, mientras ese proceso avanza vive del rebusque para sostener a sus tres pequeñas hijas.